Nos encontramos la semana pasada con una impactante araña embudo de un tamaño que inspira respeto. No quisimos molestarla mucho, por lo que nunca llegó a salir del todo, pero viendo las patas a la salida del tunel ya nos hacemos una idea del tamaño de la bicha.
Cuando se asustaba se introducía en su guarida, pero si mirabas con atención se pueden ver sus ojillos brillando en las oscuridad.
Tendríamos que haber puesto una moneda al lado del agujero para establecer un punto de referencia métrico, pero baste decir que el tamaño exterior del agujero era como el de un pulgar, y no de mis dedos sino de los de Moxu Man jeje.
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